El remolque suele considerarse un accesorio, sin embargo, no hay que descuidar ciertos elementos de seguridad cuando se trata de mover una masa de varias toneladas a más de 100 km/h.
Por su seguridad y la de los demás usuarios de la carretera, es importante dominar los siguientes elementos:
Muchos usuarios siguen pensando que el cabrestante se utiliza tanto para manipular la embarcación como para sujetarla al remolque. Esto no es cierto, y el riesgo es provocar un accidente y ser responsable en caso de peritaje.
El cabrestante sólo se utiliza para manipular la embarcación, y su uso está muy regulado.
La norma europea EN13157 A1 define la manipulación de una embarcación sobre un remolque como una operación de elevación (elevación por cambio de nivel horizontal y/ o vertical), e impone en particular un freno de seguridad permanente (activo en todas las circunstancias cuando la embarcación ejerce una tensión sobre la correa), una correa o un cable conforme a la normativa, así como una protección de los piñones y de las partes activas del cabrestante.
Nuestros remolques están equipados con el cabrestante Goliath TS, el único cabrestante autofrenante del mercado que permite desenrollar la correa libremente (neutralización puntual del freno) y que dispone de un dispositivo de reenganche automático para la seguridad bajo carga. Cuando la carga lo requiere, este cabrestante se beneficia de una doble velocidad que permite reducir en un 50% el esfuerzo necesario para el ascenso y el descenso, para una mayor comodidad.
Garantizamos la conformidad del cabrestante y el correspondiente marcado CE.
El amarre es obligatorio y es la responsabilidad del automovilista asegurarse de que se cumpla.
A continuación se enumeran los riesgos que puede encontrar si su amarre no es conforme:
El barco se desprende del soporte del cabrestante y colisiona con el vehículo tractor en caso de frenada o impacto.
El peso del barco se desplaza hacia el exterior con el riesgo de llevarse el remolque en caso de viraje (evasión brusca y brutal).
El efecto "delfín" inducido por el movimiento de avance y retroceso de la embarcación sobre el remolque.
Estiramiento de las correas textiles (hasta un 7%, especialmente con lluvia).
Roturas, cortes y otros desgastes de las correas textiles.
La norma europea EN12195 1-5 define las reglas para calcular la conformidad del amarre de una carga en un vehículo rodante. En principio, el amarre debe permitir que la embarcación permanezca unida al remolque en cualquier circunstancia.
Hay tres factores importantes:
El tipo de amarre: un amarre cruzado de 4 puntos para asegurar completamente el barco (3 puntos para embarcaciones rígidas de menos de 1 tonelada y 1,6 toneladas para semirrígidas).
La fuerza de tensión: para eliminar la holgura y el posible movimiento del barco.
La no elasticidad de las correas: para eliminar el factor de aceleración/ incremento de masa (estrés en caso de accidente).
No dude en pedir a su distribuidor, o a un profesional de la náutica, una solución adecuada para su remolque.
Nuestras marcas Nautilus, Rocca, Satellite están exclusivamente preequipadas* con el sistema de amarre QuickFlex para su seguridad.
El sistema de amarre transversal QuickFlex está diseñado para asegurar y adaptarse a todo tipo de barcos de hasta 3 toneladas, cumpliendo estrictamente la normativa.
El sistema es muy intuitivo y puede instalarse en un instante.
El potente tensado se consigue con un clic de la manivela del cabrestante Goliath TS.
Las correas de elastómero con núcleo metálico no son extensibles.
Inmovilizan la embarcación en cualquier circunstancia, sobre todo al esquivar obstáculos o frenar bruscamente, y mejoran la maniobrabilidad.
El QuickFlex garantiza que el amarre del barco cumple la norma EN12195 y libera al usuario de la responsabilidad de validar la norma.
QuickFlex es un buen y duradero sustituto de las correas de carraca, que son inadecuadas, frágiles, extensibles (hasta 70 cm) y con una fuerza de tensión limitada.
Cada remolque debe tener un certificado que acredite su conformidad para circular por las carreteras europeas.
Este certificado, exigido por la prefectura para la matriculación del remolque, menciona el número de serie del remolque, que posteriormente se introducirá en el documento de matriculación del vehículo. Todos nuestros remolques con una carga útil inferior a 3T cuentan con la homologación europea, que garantiza su conformidad para el uso en carretera.
La homologación define, para cada remolque o tipo de remolque, la conformidad de su construcción según las normas vigentes, pero también la conformidad de los principales componentes, como los enganches, los sistemas de rodadura y de frenado, la señalización (luces), las ruedas y los guardabarros, la protección trasera contra el empotramiento, etc.
Por tanto, cada remolque de una marca determinada es conforme siempre que se construya y mantenga con componentes originales según la homologación. En este sentido, es imprescindible utilizar los componentes originales homologados para el mantenimiento del remolque. De lo contrario, el remolque dejará de ser apto para su uso en carretera y el fabricante dejará de ser responsable.
Otros dispositivos de seguridad también se rigen por la normativa europea que protege a los usuarios. Las normas definen las condiciones de diseño, fabricación y uso que garantizan la seguridad de las personas y del barco. Los fabricantes de remolques europeos están obligados por ley a cumplir esta normativa, de lo contrario serán responsables.